My contribution to the L’Art de Career (Valenciano for Art on the Street) in Picanya, a small town on the south side of Valencia. It was sponsored by the Women of Picanya http://www.picanya.org/persones/dones/activitats. There are about 50 pieces hanging from the balconies celebrating women through March 20 2022.
Here are my comments:
Vivir tus sueños (Live Your Dreams)
This expressionist piece is about living our dreams, our desire to become who we want to be, to accomplish what we want to accomplish. We all seek the path we find most attractive.
Expressionism rejects the restrictions of realism while remaining largely figurative- you can recognize the object even if it’s not realistic. It also can include abstract elements. Here there are four women, two playing musical instruments, one singing. The fourth dreams of her possibilities. Not all the figures are attractive- beauty is not a requirement for success. There are two muses in the upper left and a third on the bottom left. They inspire the dreams.
The dreams of our youth influence the rest of our life. Those of our mature years, our 30’s and 40’s, are increasingly influenced by experience. As we continue to age, we tend to become more realistic but still can have our dreams, guiding our later years.
Vivir tus sueños (Live Your Dreams)
Esta obra expresionista trata el tema de los sueños que las personas tenemos, nuestras ganas de ser quien queremos ser, de lograr lo que queremos lograr. Cada uno de nosotros busca la libertad de seguir el camino que más nos atrae.
El Expresionismo rechaza las restricciones del realismo, y por eso nos permite explorar formas y figuras con menos límites. En esta obra, se ve a cuatro mujeres, dos que tocan instrumentos musicales, otra que baila. La cuarta mujer sueña con las posibilidades. También se ve a dos musas a la izquierda y otra al fondo quienes le inspiran a ella. Las musas vuelan en su mundo, invitándonos a explorar mundos nuevos.
Los sueños de nuestra juventud influyen al resto de nuestra vida. Los sueños de nuestros días más maduros, en torno a la edad de 30 y 40 años, se ven más influenciados por las experiencias que hemos tenido, haciéndonos más realistas, y reconociendo nuestros
límites. Según vamos envejeciendo, volvemos a explorar nuestros sueños de una forma menos condicionada, ya que, en este periodo tenemos más tiempo libre y posiblemente más recursos disponibles, los sueños nos guían otra vez.